jueves, 16 de enero de 2014

                              PRESENTACIÓN EN ALGECIRAS DEL LA NOVELA
                              EL LIBRO DE LAS PALABRAS ROBADAS DE SERGIO BARCE
                              CLAUSTRO DEL EDIFICIO LA CARIDAD 15 de enero de 2014
Fotografía de la presentación, de izquierda a derecha Paloma Fernández Gomá, directora de la revista DOS ORILLAS y  delegada de ACE-Andalucía, Sergio Barce, Laura Ruiz, Delegada de Educación del Excmo. Ayuntameinto de Algeciras y Nuria Ruiz autora del video, escritora y locutora.


EL LIBRO DE LAS PALABRAS ROBADAS DE SERGIO BARCE

Por Paloma Fernández Gomá


Sergio Barce nos presenta su última entrega El libro de las palabras robadas, editada por Círculo rojo, Madrid 2013.

Su anterior novela Una sirena se ahogó en Larache fue finalista del XVIII Premio Andalucía de la Crítica 2012. Esta novela que nos ocupa no tiene como en otras anteriores: El jardín de las Hespérides, Últimas noticias de Larache o Sombras en sepia, una trama central ligada a Marruecos, concretamente a Larache, ciudad del Protectorado Español, donde nació Sergio Barce.

Esta última entrega se desarrolla en Málaga, pero mantiene lazos de unión con Marruecos, como se puede ir viendo, conforme se van desarrollando los hechos; pues más tarde sí, se mantiene un nexo estrecho con la otra orilla, pero esta vez nuestro autor apuesta por una perspectiva muy distinta a la de sus anteriores novelas.

En El libro de las palabras robadas, el misterio y la intriga son las características más recurrentes de las que hace uso Sergio Barce, para adentrarnos en la vida de los protagonistas de esta acción enigmática y de fantasía que se va descubriendo a través de las páginas de la novela.

Así pues debemos resaltar tres soportes esenciales: intriga, misterio y ficción en esta entrega en la que se establece una trama bien desarrollada que da pie a las diversas acciones que plantea el argumento.

Moses Shemtov es el psiquiatra que trata al protagonista, Elio Vazquez, escritor que experimenta un serie de controversias aliadas a la aparición de su último libro : El libro de las palabras robadas. Pues tras su presentación en la ciudad de Málaga se ve envuelto en una serie de circunstancias, que reviven los recuerdos del protagonista, para que acabe buscando en su interior la respuesta a una serie de cuestiones, que se van presentando de forma meramente casual, pero dentro de una trama bien organizada, en la que el protagonista deberá ir indagando hasta llegar a resolver los últimos resquicios de la mencionada trama.

El personaje central, Elio Vázquez se reencontrará consigo mismo e irá estableciendo una serie de nexos, muchas veces, desconocidos por él, pero muy unidos a la vida de su infancia.

De esta forma las actuaciones y los distintos personajes van sucediéndose en entornos o situaciones interrelacionadas, que si en un principio no tienen nada en común, después en el transcurso de los hechos se ven implicados en consecuencias y lugares comunes. Así se va fraguando una atmósfera de misterio heredera de las mejores historias de Ágatha Christie, donde el elemento desvelador, que conduce al esclarecimiento de los hechos es el propio protagonista, que lejos de ser Miss Marple, una anciana arrugada y misteriosa, es un joven, el propio Elio Vázquez, dispuesto a desentrañar todo aquello que le está oprimiendo y no le deja ver la realidad. Desde una perspectiva de esclarecimiento, los hechos presentes se ven ligados a un pasado común de oscuridad , donde los recuerdos de la infancia se suceden , así como el vacío del hijo fallecido que constriñe al protagonista y le lleva a reconducir su ego a través de la imagen de su madre reflejada en el espejo.

El psiquiatra de Elio Vázquez, Moses Shemtov, establece un tablero de ajedrez perfecto de acciones y consecuencias, que llegan a reflejar un crucigrama de enigmas por descifrar, que conducirán los pasos del protagonista hacia la resolució de los hechos; tal como hiciera Mis Marple, desentrañando una a una las característica de la naturaleza humana; así se irán hilvanado acciones en sucesivas conversaciones, se atarán cabos sueltos, y las preguntas encadenadas dejarán al descubierto realidades, sacando conclusiones, hasta llegar al tramo final, donde todo se esclarece.

Los hechos se abrirán nítidos ante cualquier conjetura, al final de la novela. Elio Vázquez se verá liberado de todas sus ataduras, de sus problema psicológico, cuestionado por la desaparición de su hijo, cuya voz se perpetúa en el teléfono, como también loo hace la imagen de su madre, que recobra vida ante el espejo.

El libro de las palabras robadas es en última instancia un códice secreto, capaz de guardar la esencia del mundo y todas las respuestas posibles; es en cierta medida como El libro de arena de Borges donde se reescribe La biblioteca de Babel; una encendida pasión capaz de unir o distanciar, que en un principio desconocía nuestro protagonista y que a lo largo de la novela es desvelada, esta cualidad, que se había visto custodiada por diferentes personas a lo largo de la historia.

Los personajes de la obra de Sergio Barce se ven obligados a reaccionar ante el influjo de esta obra El libro de las palabras robadas que condiciona sus vidas y mueve sus acciones para preservar, custodiar o hacerse con la magia de un antiguo códice que encierra grandes secretos.

El padre de Elio Vázquez, Damián Urrea. Dalila Beniflah, los viajes a Tetuán y Tánger, Ágata, su madre, su hijo Marco, su hermana Silvia, su psiquiatra Moses Shemtov y Joan Gilabert su editor amigo y enemigo, junto a su mujer Francesca y Félix Quintá , el escritor de novelas negras y exguardia civil; son coprotagonistas de la novela de Sergio Barce, sin olvidarnos de Arturo Kozer enigmático personaje que entra en la vida de Ilícito Urrea, nuestro Elio Vázquez, para desentrañar la maraña que envuelve el extraño códice del que habla en su obra, sin él saberlo.

Todo un entramado de personajes, situaciones, acciones, mentiras y reveses en la vida de un escritor que al final mira al futuro con optimismo y libre de las ataduras del pasado.

La acción se desencadena en sucesivas citas de los personaje, que se desdoblan en una personalidad alternativa, siempre en torno al hecho relacionado con el auténtico códice de El libro de las palabras robadas, donde se citan todos los libros que se han escrito en la historia, no los que ahora podríamos conseguir en cualquier biblioteca, sino los que la irracionalidad o el infortunio ha hecho desaparecer de la faz de la Tierra, es decir todos los libros perdidos para nuestro conocimiento, los desaparecidos en la Biblioteca de Alejandría o los que fueron destruidos a conciencia en Éfeso.
La intriga que rodea los hechos de esta novela encierra un ambiente distendido donde los personajes son descritos en sus rasgos psíquicos, sin olvidar sus caracteres físicos, donde las marcas de whisky o cigarrillos ( Camel, Ducados, Fortuna, Celtas, Chesterfield) ponen una nota de atención deliberada, que marca la mirada o la derivan hacia donde quiere conducirnos el autor.

El final de la novela nos deja la imagen de Sara , hija de Dalila y depositaria, por ahora de códice, en su casa del Marshan en Tánger.

Y podemos leer:

“Con El libro de las palabras robadas abierto sobre sus rodillas, leyendo con avidez. No sabía en realidad si aún lo tendría o si ya le habrían ordenado entregárselo a otra persona , pero me seducía la idea de que todavía lo conservara ella y sonreí…” palabras estas pronunciadas por Elio Vázquez, verbigracia Ilícito Urrea, nuestro incansable protagonista , que en un último gesto después de pronunciar estas palabras fuera a echarse la mano al interior del bolsillo de su pantalón para sacar uno de sus célebres cigarrillos, pero al notar que no llevaba ninguno no le importó , pues ya era otro hombre, ya no tenía la necesidad de buscar en un pitillo el anhelo perdido. Sus fantasmas habían desaparecido y se enfrentaba a una nueva vida.

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