domingo, 22 de diciembre de 2013





Umbrales  de  otoño de Mariluz Escribano Pueo. Poesía Hiperión  Madrid 2013.

Por Paloma  Fermández Gomá

Estamos  ante el  último poemario que  ha presentado Mariluz  Escribano.
En Umbrales  de otoño la infancia  de  nuestra poeta vive un nuevo presente, podría decir que recobra vida,  pero sería una falsedad,  ya que la infancia de Mariluz nunca se ha alejado de su conciencia,  siempre ha vivido agazapada en su inconsciente dictando las  palabras de  su alma, escribiendo  sus poemas. Una  infancia feliz, teñida por la muerte de su padre, que ha sido capaz de permanecer, llenando  de amor todos los  momentos de esta granadina coetánea de Elena Martín  Vivaldi, que escribe con la sabiduría  de quien sabe que en el sufrimiento se halla también el amor, alumbrando el camino que nos  lleva a la  cicatrización  de las  heridas.  Y es de  esta clausura de alma y  cuerpo en un sentimiento que promete mirar hacia el futuro donde nace  la  poesía de Mariluz Escribano
Es En la Huerta de San Vicente donde Mariluz  se encuentra con la ausencia Federico y la rememora. Y va caminando por  las calles de Granada, e invoca al  niño de  ojos  dormidos para  decirle: Detente en tus trabajos./ Ven a mi lado y mira/los pequeños  veleros./ Y como el mar se aquieta/ cuando  una gaviota alegre,/ pasa y vuelve y regresa a su albedrío. También  hay  recuerdos en los poemas  Carmen de los Mártires  (cansancios  amarillos de  hojas que caen en la  lluvia delas lágrimas) , La  ciudad nocturna ( voces  silenciadas en los patios  visillos  que entonan el  silencio  de las ventanas),  1936 (la mariposa inexorable del olvido posada en  la  frente  de  su  padre),  Los  ojos de mi padre (los ojos  del padre posadas  en la  llanura del  trigo,sus manos  que confortaron la  infancia de  nuestra poeta), Elenísimamente ( el olor  de la  lluvia y del cristal que anuncian la soledad de una  ausencia que se añora)  o Buenas tardes (donde se imagine a su amigo Eduardo   Carretero, escultor, perpetuado en la piedra). En el poema titulado  Como una luz extraña se abren las pupilas de  nuestra  poeta hacia  un tiempo escondido en los  relojes donde se escucha radio Paris y su madre trabaja entre lapiceros, bordado y libros. Todos los poemas citados anteriormente conforman la primera parte del libro, basada en el  recuerdo.
Será la segunda parte del  este poemario  titulada el  Humo Remansado donde  el amor es el protagonista , motor imprescindible de los poemas. Ese amor  que alentó el alma  con sus expectativas y que asumió todos  los momentos de  una vida.  Para Escribano  Pueo, el amor  es eternidad que se contempla  desde la existencia y que da sentido a  lo cotidiano; y la lluvia  como telón de fondo  del decorado  de  la vida, que desde el umbral del otoño contempla el paso del tiempo.
En los poemas de Escribano  Pueo  se pone de manifiesto un yo individual que desde la  tristeza reconstruye el inconsciente de  su niñez, siempre desde el amor, a pesar de los  terribles  acontecimientos que  vivió  en esta temprana edad.  Mariluz  Escribano  desde su presente nos muestra sus  reminiscencias para compartirlas  y aliviar su carga, que  si  bien ya cerradas las heridas, siempre el   hecho   de  compartir  el dolor,  es alivio  para   quien lo padeció.
Hay en  los poemas  de Escribano Pueo una  suave  melancolía ambientada en un paisaje  de lluvia, donde septiembre y  el otoño son referencia de una  estética  emocional limpia,  que sin  hacer uso del culturalismo, guarda e n la poesía  de  Mariluz una  alquimia perfecta de belleza y sencillez, haciendo  uso de la  mejor tradición literaria, donde los rasgos  de originalidad están en todo  momento presentes,  manifestando  cuestiones esenciales, tales como :  infancia, amor ( en su más  amplio sentido ) y soledad. Conceptos vivenciales básicos para la  existencia de  esta  autora intimista y heterogénea,  granadina de nacimiento  y que ha dado un tinte especial de luminosidad a la poesía granadina durante  la  segunda mitad del siglo XX. Escribano traza sus  versos desde su yo  más profundo,  desde una soledad sonora, añadiendo recuerdos y desde el silencio;  con  una arquitectura  rítmica perfecta.
El libro viene precedido  por  un detallado  trabajo literario de la  profesora de  la  universidad de Granada, Remedios  Sánchez, que nos abre  los espacios  literarios- poéticos  desde la Generación del 27 hasta la actualidad,  pasando  por la  poesía existencial, los Novísimos, la Poesía  del  Silencio, La Poesía de  la Experiencia y la Poesía de la Diferencia.
En este estudio la  profesora Remedios Sánchez viene a enmarcar la  poesía de Mariluz Escribano  en la  posmodernidad,  para ir desglosando la  obra de Escribano Pueo junto a la de sus coetáneos, como Elena Martín Vivaldi,  con gran precisión  de contenidos referenciales, que nos ilustran la obra de esta autora absolutamente  libre e  inclasificable  en ninguna corriente  literaria,  que  con luz propia escribe sus veros siempre sugerentes, personales y con un ritmo  acentuado que  permite descubrir  las frecuencias de  su voz a través de las palabras,  siempre precisas, elevando el  tono de la  poesía  hacia caudales retrospectivos que alimentan un plural significativo en el  rescate  de la  memoria enmudecida por el paso de los años.

En nuestra  poeta se percibe el  eco de Juan  ramón Jiménez, de Antonio Machado o de Miguel  Hernández,  así como de otros significativos autores que han  contribuido a hacer grande la poesía del siglo  XX en España. 

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